Cantinela del Toto Rotblat

Es rarísimo, porque llegué a mi casa un poco eufórico; tuve una de esas noches en las que, cuando llegás, sabés que al otro día vas a decir algo así como: qué noche anoche.

Una boludez. Y lo sabés en ese momento, pero igual estás eufórico.

Y en eso descubrí, casi sin querer, en el blog de Molina, que se murió Toto Rotblat.

Y eso también es una boludez. No es algo que me tenga que modificar en lo más mínimo; ni lo había conocido ni lo admiraba.

Así que es raro. Sin dudas.

Pero me puse triste. Tal vez por eso mismo de que el salto de la euforia al bajón es muy finito.

Casi como una caminata por una cornisa.

Pero, en fin, de cualquier manera: murió Toto Rotblat.

Y yo, no sé porqué, me puse triste.

Tengo que reconocer algo. Es una cuestión que me pasé unos buenos años negando cada vez que me lo preguntaron o me lo sugirieron:

Sí, yo fui fanático de Los Fabulosos Cadillacs. Y si alguna vez llegué a Pez, fue porque linkeé a través de su guitarrista: Ariel Minimal.

Y debo aceptarlo: la primera vez en mi vida en la que le di play a un equipo de música fue con un cassette de Los Cadillacs.

Era una cinta que de un lado tenía grabado Bares y Fondas, el primer disco, de la primera época ska, y que traía temas como Yo quiero morirme acá, Silencio hospital y Belcha (en este disco, aclaro, no participó Rotblat).

Y del otro lado tenía a Fabulosos Calavera (con temas como Sábato, Piazzolla, Niño diamante y Surfer calavera), que es sin duda uno de los discos clave de la banda. Y cualquier entendido puede decirlo.

Después, cuando ya estaba como loco y planeaba empezar a tocar la batería como Nando Ricciardi, seguí con una grabación de Vasos vacíos, que me terminó de enfermar la cabeza.

Eran todos cassettes de mi hermano, que por esa época, en Rosario, y como guitarrista, era el músico de la familia.

Me hice fana, o algo así. Lo reconozco. Lo acepto. Y con Banana, un pibe que iba al B en mi colegio en Rosario, nos vinimos verlos al recital del que salieron los discos Hola y Chau (yo estuve el día exacto en que Vicentico contó que Basta de llamarme así era dedicado a su hermana fallecida).

Con Banana, es decir Emmanuel, nos la pasábamos hablando de Los Cadillacs y escuchando y pasándonos data. Creo que no teníamos mucho acceso a internet aun.

Así que estoy hablando de una época importante. Mi debut sexual tiene a Los Cadillacs como banda sonora, por citar un ejemplo. Y no porque los haya escuchado en ese preciso momento, sino porque era lo que escuchaba por esa época.

Y además vale destacar: la de Los Cadillacs, en su época ideal, es decir, a partir de El León y hasta La marcha del golazo solitario, es una de esas formaciones que puedo citar de memoria, como al mejor equipo de River o como a la mejor Selección de la historia.

De atrás para adelante:

Ricciardi, Rotblat, Alvareda, Lozano, Roitman (Puntoriero después de Fabulosos Calavera), Siperman, Cianciarulo, Sanzó (a partir del 97) y Fernández Capello.

Después los superé. Y dejé de escucharlos.

Obvio.

Pero me pone triste igual.

Cuando me enteré de la noticia, me puse a buscar info en internet. Y me metí en su MySpace. Y leí los comments de Vicentico, Minimal y José Balé (su compañero en percusiones de la última época de Los Cadillacs). Y de otros músicos como Malosetti.

Y, no sé, me puse maraca.

Mañana me va a dar vergüenza todo esto, pero hoy decidí escribir sobre el percusionista de la primera banda de toda mi vida: Toto Rotblat.

No hay comentarios.: