Tengo un sueño atroz. Casi no puedo pensar.
Pero siento que si trabajo, duermo y vuelvo a trabajar, no vivo. Así que me aguanto y sigo despierto.
Resulta que Funes me seleccionó para hacer un juego. Tiene instrucciones llamativas: transcribir el segundo párrafo de la página 139 del libro que esté leyendo y luego pasarle la posta a tres amigos bloggers.
Él fue con Asfixia, libro bastante interesante del enoooorrrrme Chuck Palanhiuk.
Yo primero puse una bromita que estuve calculando desde el viernes pasado, cuando me pasaron la posta a mí. Era citar el segundo párrafo de un libro de chistes sobre sexo.
Recién hoy lo encontré, al libro, perdido en una caja, entre revistas El Gráfico. Por eso tardé tanto. Pero ahora que lo posteé, y lo leí, me di cuenta de que no causa ni media sonrisa. Así que edito y pongo la posta.
Este párrafo es de una novela que estoy releyendo (me lo regaló el autor, lo cual le da doble valor).
La primera vez que la leí me hizo re cagar de risa. Es excesivamente cínica. Y todavía recuerdo que cada vez que el protagonista decía "feo asunto", me salían las carcajadas.
Es uno de los libros que más quiero de los que hay en mi biblioteca; lo conseguí cuando fui a hacer una nota, para la revista en la que laburaba, sobre Editorial Entropía.
Creo que todavía no salió publicada la nota. Y espero que no se hayan sentido estafados (también me regalaron Hidrografía Doméstica). Yo, igual, por supuesto, la escribí. Y la entregué. Y hasta puse una línea sobre cada libro.
Aunque ni recuerdo qué decía.
El segundo párrafo de la página 139 reza:
"Quise explicarle esto a Avis. No pude, por supuesto. Empecé a balbucear algunas interjecciones ahí, parado en el palier, mientras miraba sus pies descalzos. Comencé a decirle que le agradecía la botella de vino, pero... Pero el caso es que no podía decir nada más. No es que fuese tímido. No es que no encontrase palabras. No es que no me importara. Fundamentalmente, se debía a que estaba pensando en otra cosa. ¿En cualquier otra cosa? No. Estaba pensando en lo convencido que estaba hace un momento y, de repente, bueno... ¿Quién sabe? Parecía que había olvidado todo."
El libro es "Semana", de Sebastián Martínez Daniell.
De causalidad (eso me hizo querer releerlo) hace poco Terranova lo remarcó como uno de los laburos más destacados de escritores argentinos nacidos en los setenta.
Y yo la corto acá, porque se me cierran los ojos sobre el teclado. Los elegidos para continuar son:
J.C., Choibo y David, que no es blogger pero es fotologger y lo banco.
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