Literatura y blogs (y la zapatilla de mi sobrina y mi hermano en el teléfono, entre otras cosas)

Hoy hablando por teléfono con mi hermano, una de mis personas preferidas en el mundo, y mientras nos cagábamos de risa de los gritos que pegaba su hija en pleno juego (parece que se estaba comiendo la zapatilla izquierda), me enteré de que el gordo Lanata está abriendo su sitio en internet.

Y que ahí va a empezar a colgar todo el archivo periodístico de su carrera en televisión, gráfica y radio. La web es http://www.jorgelanata.com.ar/

Por ahora hay una cuenta regresiva. No estoy con ánimos de hacer el cálculo, pero mi hermano dice que en los primeros días de noviembre va a estar funcionando.

Yo le conté que hace unos meses el gordo había ido al programa de radio y que yo había aprovechado para pedirle una nota para la revista. Pero, mediante su secretaria, la rechazó. Hay que ser un bajista famoso para que te de una nota Lanata.

Y le conté que en un quilombo sindical entre los empleados de Perfil y la empresa el gordo se había puesto del lado de la empresa, ridiculizando el estatuto del periodista. Y que si tenía pensado poner todo su archivo en internet iba a quedar al descubierto la contradicción de que en otra época él haya defendido, en público y con fervor, ese estatuto.

Mi hermano me preguntó si igual lo respetaba y le dije que sí porque escribe bien y porque es inteligente.

Y me contó que en su programa de radio (en Del Plata) el gordo había dicho que leía muchos blogs (mi hermano sabe que soy fana de la blogósfera) y que si bien algunos le parecían malísimos y poco serios, creía que otros hacen un periodismo de autor muy interesante y que incluso algunos están a cargo de escritores consagrados que en realidad firman con un seudónimo.

Yo le dije que, hoy en día, leer ciertos blogs es lo mismo que leer los mejores libros de la época.

No sé si estoy de acuerdo conmigo mismo, pero eso fue lo que dije.

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