Ayer a la tarde estuve navegando el blog de Gustavo Nielsen. En la semana lo contacté para preguntarle si estaba interesado en escribir un artículo sobre Le Corbusier y su obra en Argentina, para la revista en la que trabajo.
Me metí en el programa de estadísticas de entradas y visiones de páginas que tiene su blog y descubrí que el 21 de octubre lo visitó el doble de gente. Después caí en que ese día habían publicado una nota que le hicieron en Página/12, en la que mencionaban su dirección.
A mi blog supongo que ya debe estar entrando algo más de gente después de que dos o tres me linkearon.
La verdad que no entiendo cómo es el proceso por el que va llegando gente extraña. Pero lo que sí entiendo es que gracias a los contactos de algunos que mandaron mails, estuve descubriendo blogs y escribidores que me resultaron interesantes.
No puedo pedir más. La gracia es esa.
En eso estuve pensando a la tarde. Y lo iba a postear, pero me cayó un mail de la gente de Azione Artigianale.
Decía que el sábado 28 tocaban Gabo, Flopa y Minimal en la placita de Costa Rica y Armenia. Gratis; a modo de cierre del “Palermo Fest” (a la mierda).
El fin de semana anterior había ido al “Barrancas Rock”, acá en Barrancas de Belgrano. Habían tocado tres bandas. La primera había hecho una rescatable versión de "Beat on the brat", de Los Ramones. Y la segunda había tocado buenas canciones, aunque eran un poco cliché. Y en cuanto a cliché, se zarparon los terceros, el supuesto plato fuerte; parecían la continuación de “This is Spinal Tap”. Una vergüenza. Me paré y me fui.
Supongo que Recoleta no se quedará atrás y estará armando el “Recoleta Garbarino Rock Festival”.
Decía antes de interrumpirme: Gabo, Flopa y Minimal son, para mí, tres de los mejores solistas que hay para escuchar y no creo que sea casualidad que salgan por el mismo sello.
Me tomé el 152 y después de bajarme en Santa Fé y Armenia caminé hasta la placita.
Cuando llegué a la esquina del lugar, se escuchaban las últimas notas de “Felicidad vitamina”, de Gabo, tema que me hace acordar a “The lion sleeps tonight”. Se escuchaban los alaridos y la gente que caminaba por la calle miraba para todos lados.
“La felicidaaaaaaaaad es artiiiiiificial/ la felicidaaaaaaad es artiiiificiaaaal paraaaaaa miiiiii”.
Cómo puteé.
Igual, en cuanto me senté frente al escenario, Gabo aclaró que era la segunda canción. Recién empezaba. Y todavía era de día.
Cómo explicar a Gabo. Voy a hacer mi mejor esfuerzo. En el programa de radio hay una sección en la que le preguntamos a distintos músicos cuál fue su show preferido (creo que ya lo había contado y de hecho a Gabo lo contacté un par de veces para hacerlo). Casi todos eligen artistas internacionales y un show con mucho despliege de luces y quilombo.
El show de Gabo es un tipo solito, ahí paradito (no queda otra que usar el diminutivo; es, ante todo, modesto), con una guitarrita y su voz. Pero se desgarra; se desgañita la garganta; tiene la potencia de una banda completa.
Digo, cuántas veces se escuchó a algún crítico de rock admirándose porque Divididos suena demasiado pulenta para ser un trío. Bueno, Gabo es uno solo y sin guitarra eléctrica.
Sus canciones son más que nada de folklore, pero es rock. La rompió (y digo que la rompió mal) con “El amigo de mi padre” (demostró, o al menos logró plantar la duda, porque la Rolling lo eligió como el mejor cantante solista del 2005) y con "Calvas margaritas". La descoció.
Después terminó de tocar sus temas y calladito, se despidió con un gesto de su mano y tiró un chau tímido, ya saliendo de escena. Todos gritaron otra y, tímido, volvió y cantó “Dios me ha pedido un techo”, que es a capella. Una canción chiquita en el disco pero enorme en vivo y a los gritos.
No lo puedo explicar a Gabo. Creo que lo que más admiro es que sea licenciado y doctorando en Historia (una excentricidad, la verdad).
Después subió Flopa, a quien también contacté alguna vez para la radio. Ella es la autora de "Vino bajo el sol"; el tema que dice “Jugar/ desordenándolo todo”. Cuando la tocó se dio un momento gracioso, porque para mí a esta altura ya es un hit, pero para el resto de las personas no. Y mientras yo aplaudía como una loca, los demás lo hicieron con tibieza.
Con Flopa toca Fernando Kabusacki. Y un bajista, Marcos Rocca, parecido al gran Osvaldo Baigorria, pero más joven. Y un baterista muy correcto.
Estuvo bien Flopa, que además tocó temas de su próximo disco.
Y en el entretiempo, hasta que subieron Minimal y Los del Sur de la Ciudad, me fui a un costadito del escenario a comprar el último disco de Pez, que se llama Hoy.
Sale 18 pesos y, como a todo disco de Pez, al principio hay que tenerle paciencia. Yo voy por la tercera escuchada y todavía no me deslumbra. Lo mismo me pasó con mis dos preferidos: Convivencia sagrada y El sol detrás del sol. Éste parece ser una continuidad de esos dos, como si Folklore y Para las almas sensibles, con los ruiditos y samplers de Romeo, hubiesen sido un paréntesis.
En la primera escuchada, en la cama, con mi novia, nos quedamos dormidos. Ella siempre se queda dormida escuchando a Pez. En mi caso es la primera vez.
No quiero decir que sea aburrido, pero sí que es down. Es bien abajo. Igual hay que tenerle paciencia. Después me termino enamorando y no paro de escucharlo. Ya lo he vivido.
Otra vez tiene letras del poeta de Boedo Fabián Casas. Y también se destacan las de Minimal (leer "Los lados B") y una de Franco Salvador, el baterista.
Después de comprar el disco me senté y subió Minimal. Este tipo tiene mucha presencia sobre el escenario. Eso está claro. Tocó temas de sus dos discos solistas y lo malo fue que en algún momento no se notaban grandes diferencias entre esta banda y Pez. El baterista, que casualmente se llamaba Franco, tocaba parecido a Franco Salvador.
Pero estuvo muy lindo todo. Las canciones de sus discos garpan. Y empezaron a caer gotitas y la fila de árboles de la plaza, que formaba una línea recta que continuaba al escenario, contrastaba con las nubes rojizas. Así que hasta el marco estuvo bueno.
Tocaron temas de Martes Menta (17 Caramelos, por ejemplo, y creo que uno más); en la banda toca Fabián Ghía, ex integrante. Y también hicieron uno de Los Ramones.
Al final Minimal dijo: ¡Corran porque se larga!
Igual nadie corrió. Tampoco es que te lo está diciendo Fernando de Catupecu. A ese sí que todos le hacen caso.
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