En el fondo me agrada que Ramón Díaz no haya firmado con River. Es decir, es el técnico ideal para River y seguramente habría provocado que empiece a ir a la cancha bastante seguido, porque el equipo habría metido un cambio de actitud importante.
Pero también hubiese sido injusto que Aguilar y la asquerosa dirigencia de River cayera parada. Claro, al tipo le cortamos la cara, lo mandamos a la mierda y lo dejamos sin equipo para dirigir. Cuatro años después el chabón consigue otro club. Y ahí, como a nosotros nos rompieron el traste y nos dejaron tirados en una zanja, lo llamamos para que salve las papas. No es de hombres.
No da. Si no hubiera estado dirigiendo un equipo en la actualidad, buenísimo, vaya y pase, que lo llamen y venga. Pero así no. Estuvo bien en cortarnos la cara.
Y ahora fijate qué hacés, Aguilar. Te las ves negras, guachín.
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