Algunos de los momentos más divertidos de la televisión argentina están ocurriendo en el programa de Mariano Grondona, Hora Clave, que va los domingos a las 11 por Canal 9. Lo vengo comprobando desde hace algún tiempo. Recomiendo verlo, aunque no tomárselo demasiado en serio.
Rozitchner es un personaje increíble. Es filósofo. Igual que el chabón que atiende la barra del feca de Lavalle, a media cuadra de Pellegrini, viniendo del centro, a mano izquierda.
También recomiendo su blog. Hace poco hizo un post sobre la gente que usa barba candado. Dice, aunque admite que es delirante, que esa gente se pone un cerrojo en la boca, porque prefieren autocensurarse y clausurar su expresividad.
Lo voy a agregar a mis “sitios fundamentales”, aunque a él no le hagan falta visitas y a mí sí, desesperadamente (jo jo).
Ayer en Hora Clave dedicaron todo un bloque a la Ley Antitabaco. Esa que pone límites al cigarrillo en lugares públicos cerrados. Fue para descostillarse. Grondona llegó a mostrarse como un tipo en contra de le aplicación de demasiadas leyes (se reconoció fumador) que coarten la libertad de la gente.
Comparó la situación con una obra de teatro en la que el protagonista pierde todos sus vicios y, una vez que eso sucede, tal como el contó, “queda hecho un flan, una porquería”. Se mostró muy en desacuerdo con que “el Estado argentino está buscando que los argentinos no tengan ningún vicio; están buscando que seamos una nada, unos seres perfectos”.
E interpeló a una diputada, impulsora del proyecto, que fue invitada al programa para debatir. Le preguntó si no le parecía aberrante que se busque combatir todos los vicios. La diputada le dijo que no, que le parecía que los vicios no son muy buenos, sobre todo aquellos que afectan directamente a la salud, como el cigarrillo.
Rozitchner se mantuvo fiel a todo lo que había posteado en su blog durante los últimos días. Y aunque no dijo las frases “fumador mierdoso” o “humo de mierda” (recordar que la semana pasada ya le había dicho al líder de Quebracho que se consiga “un puto voto”), armó equipito con la diputada y discutió acaloradamente con Grondona y el ex “De 12 a 14” (célebre e histórico programa rosarino), Luis Novaresio.
Grondona aprovechó que uno de sus dos panelistas no estuvo de acuerdo con él para resaltar su enorme pluralidad como dueño del programa (“Soy muy pluralista”, dijo). Y una vez que lo hizo miró a Rozitchner y dijo que tampoco había que abusarse.
Después me perdí el bloque de las conclusiones. Pero lo más gracioso vino cuando fueron a un móvil desde un bar de Palermo, en el que entrevistaron al dueño, que, igual que Grondona, no estaba de acuerdo con la Ley. Ahí, de fondo, se vio a un grupo de pibes que, sabiendo que la cámara era de Hora Clave, se dieron vuelta, levantaron el brazo derecho con la palma hacia delante e hicieron “Heil Grondona”.
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